Reflexión y principios a la luz de la Disciplina Positiva

Esta reflexión está basada en el libro Disciplina positiva de Jane Nelsen, que es una prolífera difusora de los buenos tratos desde la infancia y la importancia de una crianza más sana, aplicando disciplina (no la militar), sino la humana y la mejor que tenemos como seres humanos, para educar en los límites, con firmeza y con amor.

En la actualidad muchos padres de familia y educadores buscan la receta, los trucos, los secretos que tienen los psicólogos o pedagogos que trabajan con los niños para poder tenerlos controlados, quietos o comportándose correctamente siempre. Y para lograr lo antes mencionado, durante mucho tiempo, lo que ha servido es la disciplina punitiva, si a un niño no lo “disciplinas”, palabra entendida como castigo, no hablándole para que “piense” o agresiones físicas o verbales para que “entienda”, ten por seguro que ¡nunca lo hará! y también dicen:” si no lo corriges ahora, más adelante será peor…” son las cosas que frecuentemente se escuchan. ¿Será verdad?…  Empecemos por reflexionar, vamos, juntos, respondamos: ¿Sabes corregir a un niño?, ¿sabes educarlo?, ¿sabes amarlo?…

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Educar con disciplina positiva hace la diferencia. ¿Te animas?

Lo que muchos no nos detenemos a reflexionar es que los niños que se portan mal son “niños que están desanimados” que muchas veces no saben cómo adecuarse a su entorno y que no han desarrollado un sentido de pertenencia. Ese no saber o pensar que su actitud inadecuada es lo que conduce al desarrollo de la mala conducta. Y definitivamente no se podrá generar un cambio a menos que detectemos las ideas que generan una actitud inadecuada y no sólo la mala conducta.

Es importante señalar que los niños no nacen ya sabiendo como deben comportarse, si vemos a muchos adultos no hacer lo que deben… entonces ¿Qué les exigimos si no partimos del ejemplo?, ellos llegan a este mundo y tienen mucho que aprender, mucho que decidir y muchas personas con las que relacionarse. Los niños son muy buenos percibiendo nuestro mundo, pero suelen interpretar lo que perciben a su manera, y para ello se necesita de una guía, un modelo… un padre, una madre, un responsable que lo oriente.

Los niños aprenden básicamente por imitación, los padres o personas a cargo son los modelos principales ya que de ellos se observarán los actos y actitudes, y los copiarán hasta en los detalles más insignificantes. Por eso es importantes que se modelen todas aquellas actitudes que se quiere que los niños logren.

Por otro lado, también aprenden por ensayo y error ya que los niños en su proceso de aprendizaje se equivocarán constantemente y de esa manera aprenderán a cómo hacerlo o no hacerlo cada vez. Es importante tener un plan de acción para resolver estos errores sin causar daño alguno en la autoestima del niño, sin infligir culpa, vergüenza o falta de respeto. El error forma parte del aprendizaje, es una magnífica oportunidad para aprender.

El sentido de pertenencia es uno de los principios básicos de la disciplina positiva. Los niños, en busca de ese sentido de pertenencia, realizan conductas que persiguen una meta errónea. Desarrollan la creencia de que comportándose de esa manera conseguirán la meta deseada, sin embargo, lo que consiguen suele ser todo lo contrario. Por eso, cuando un niño se porta mal, podemos ser conscientes y reflexionar sobre lo que se esconde detrás de esa conducta y que siempre va a ir a parar a la necesidad de sentirse tenido en cuenta, parte del grupo, apreciado por lo que es y comprendido en sus emociones.

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Disciplina positiva es expresar amor

La disciplina positiva se basa en 6 principios clave e inseparables, no podríamos hablar de ella si falta alguno. Estos seis principios son las claves de cómo educar con firmeza y cariño:

  1. Relaciones horizontales

Todas las personas tenemos los mismos derechos. Háblale sin aires de superioridad, que sepa que también su opinión y experiencia es valiosa e importante.

  1. Conexión y sentimiento de pertenencia

Hazle sentir a tu niño que es importante y que forma parte del grupo (familia o escuela).

  1. Educación a largo plazo

Busca sembrar valores que promuevan la educación a largo plazo, enséñale habilidades de vida.

  1. Animar y dar aliento

Utiliza la motivación en lugar de las alabanzas, para animar a tu niño y empoderarlo.

  1. Amabilidad y firmeza al mismo tiempo

Los límites son muy importantes en la educación y son siempre aplicados con amabilidad y firmeza, y no en un baile de uno al otro.

  1. Visión de los errores como estupendas oportunidades para aprender

Que tu niño se equivoque no es algo negativo, recuerda que, está en un proceso de aprendizaje.

Te invito a revisar esta breve guía que puede ayudarte a desarrollar más recursos en la educación de tus niños, solo da clic en el siguiente enlace: https://www.positivediscipline.com/sites/default/files/disciplina-positiva-guidelines.pdf

Estos 6 principios son las bases para formar en una mayor y mejor educación emocional, más humanos y mejores lumbreras de un futuro que, sin duda, necesitaremos con urgencia. ¿Te animas a colaborar?

Lic. Cecilia Rodríguez
psiceciliarodriguez@gmail.com
@consejopsicologico