Que son los valores, y que importancia tienen en la Terapia de Aceptación y Compromiso

Que son los valores en la psicología

Uno de los grandes factores que mueven a la conducta del ser humano y su consciencia, son los valores, cambiantes o menos flexibles, pero siempre como pilar fundamental del inicio de motivación de un proceso de diálogo interno o de una conducta. Dependientes de las relaciones sociales y los acontecimientos de nuestra vida que nos mueven a generar unos nuevos o cambiar los que tenemos por otros más adaptativos o congruentes a lo que estamos buscando.

Terapia de Aceptación y Compromiso

Una de ls terapias en auge debido a su gran evidencia científica y aplicación con muy buenos resultados, es la Terapia de Aceptación y Compromiso, una de las terapias de tercera generación basada en la aceptación del contexto y la situación a partir de la flexibilidad psicológica, creando nuevos marcos esquemáticos relacionales con el mismo, y por otra parte un compromiso con estos valores que nos acercan más a una congruencia con nuestra manera de ver el mundo y relacionarnos con él, lo cual puede acercarnos a una mayor satisfacción vital.

Dentro de esta terapia, los valores conforman una serie de estructuras en las que vamos a basar nuestra conducta e ideas, nuestra manera de adaptarnos y cómo buscamos más flexibilidad a la hora de afrontar situaciones pero siempre bajo estos pilares. Como actividad terapéutica se propone al paciente generar una brújula de valores, en la que a partir de una construcción con el terapeuta, acerca de sus prioridades y lo que para él puede ser significativo, coloca los mismos en diferentes espacios para poder visualizarlos y tenerlos como referencia a lo largo de su vida cotidiana.

Esta es una metáfora que se emplea en la propia terapia para trabajar con los valores:

Imagínate que empiezas un viaje hacia una hermosa montaña, que puedes ver con total claridad a lo lejos. Pero cuando comienzas a caminar te das cuenta de que frente a ti hay un gran pantano. Y piensas: Maldita sea, no sabía que tenía que atravesar este pantano. Es asqueroso, se me van a llenar los zapatos de lodo. No quiero mancharme. Estoy cansado/a. Por qué nadie me avisó del p… pantano. No es justo. No me merezco esto. [Aquí puedes incluir toda tu parafernalia victimista hasta que te canses].

Ahora sabes que hay un pantano, es agua y barro nada más. Puedes dejarte de dramatismos y elegir: abandonar o entrar en él. ¿Qué eliges?

Tras ello debemos replantearnos cómo enfocar esta situación a partir de unos valores marcados y con un gran compromiso con los mismos para poder aplicarlo a otras situaciones vitales y comenzar a actuar en base a algo que nos resulte significativo y global.