¿Qué son las heridas de infancia?¿Pueden sanarse?
¿Qué es una herida de la infancia?
En varias ocasiones de nuestras vidas tenemos heridas, y como resulta lógico, por más que tratemos de esconderlas con ropa, si alguien las roza duelen. Esto muchas veces causa reacciones en nosotros desagradables y emociones muy intensas. Esto es así, porque aunque no pueda verse, sigue existiendo dicha herida, y ciertos detonantes, hacen que despierte y se active de nuevo ese dolor.
Las heridas de la infancia son las experiencias negativas o dolorosas que vivimos en nuestros primeros años de vida y que afectan nuestra forma de ser y cómo establecemos relaciones con los demás. Hay diferentes tipos de heridas, la de abandono, rechazo, traición, humillación e injusticia. A continuación podrás observar en qué consiste cada una de ellas.
¿Cómo puedes sanarla?
Para sanar la herida de rechazo, es importante no huir de aquellas situaciones que producen temor o que nos hacen sentir que no somos buenos, ya que cada vez que se huye o se trata de escapar de ellas, se refuerza más aún el sentimiento de rechazo.
Respecto a la herida de abandono, es de suma importancia enfrentar ese temor a apegarse y depender en exceso a los demás. No abandonar y alejarse de personas queridas por ese temor a que nos dejen. Es importante no abandonarse a uno mismo, fomentar el autocuidado y no desatendernos, ya que cuanto mejor nos sintamos con nosotros mismos, seremos capaces de llevar a cabo más cosas solos.
En cuanto a la herida de humillación, hay que tratar de no compararse ni menospreciarse. Aprender a reconocer nuestras necesidades y poner límites es de gran ayuda para sanarla.
Para sanar la herida de traición, es importante darnos la oportunidad de hacer partícipes a los demás para que no siempre hagamos las cosas de manera individual. Confiar en los demás y permitirles que intervengan es un buen punto de partida para sanar.
Por último, haciendo alusión a la herida de injusticia, es importante no ser excesivamente exigente y crítico con uno mismo, lograr apreciar nuestros logros sin fijarnos tanto en los errores evitará que caigamos en la frustración. Abrirse con los demás poco a poco expresando cómo nos sentimos ayudará a trabajar dicha herida.
¿Qué aspectos positivos te ha brindado tu herida de infancia?
Es cierto que albergar una herida de infancia puede traernos ciertas dificultades, sin embargo, como todo en esta vida, no todo es blanco o negro, de todas las cosas podemos hallar un lado positivo y un aprendizaje.
Si tu herida es la de abandono, es muy probable que albergues mucha empatía hacia los demás y estés dispuesto a brindar acompañamiento a tus seres queridos cuando lo necesiten. Si es la de rechazo, es posible que seas una persona independiente. En el caso de la humillación, puedes ser alguien compasivo y cuidas de los más necesitados. Respecto a la herida de traición, es probable que poseas habilidades sociales. Por último, en cuanto a la injusticia, eres una persona que establece y cumple sus metas.
En general, ser conscientes de nuestras heridas de infancia pueden llevarnos a desarrollar una mayor empatía y compresión hacia los demás al haber experimentado ciertas dificultades. Además, al aprender sobre ellas y enfrentarlas somos más conscientes de nuestras emociones, lo que nos lleva a un mayor autoconocimiento y autorreflexión. Por último, nos pueden servir a la hora de motivarnos y buscar un cambio con el fin de romper con ciertos patrones y crear otros más positivos para nuestro día a día.
En definitiva, cada persona lleva un proceso único a la hora de sanar sus heridas de infancia, aceptarlas, trabajar en ellas y buscar apoyo, son el camino para romper con ciertos patrones y lograr un mayor bienestar en nuestras vidas.
Adjunto un vídeo muy emotivo que representa muy bien las heridas de infancia y cómo ser conscientes de ellas y abrazarlas nos permite sanar a nuestro niño interior.
Nacer con NPL. (2016, 12 diciembre). Abraza a tu niño interior/Descubrir las heridas emocionales de Infancia/Sanar al niño interior [Vídeo]. https://youtu.be/bP2zJiOangA?feature=shared
¡Un saludo!
Almudena P.L
2 comentarios