LA RESILENCIA, ESA GRAN DESCONOCIDA.

Cuando empezamos a hablar del terreno de las habilidades sociales en psicología y de las habilidades personales, pueden venirnos muchas a la mente como el saber hablar en público, el saber expresarse, la asertividad, la capacidad de escucha, etc.
Pero hay una habilidad que tenemos las personas de la que poco se conoce (por suerte cada día más) y que cada vez está cobrando más importancia y el foco cada vez está más puesto en ella, y esa habilidad es la resiliencia.

Para quien pueda no saber sobre este concepto, la resiliencia es la capacidad de las personas de seguir adelante tras un suceso trágico y/o traumático, de reponerse e incluso de salir refozado y mejorado de tal circunstancia, como se suele decir en el lenguaje coloquial, “sin despeinarse”.

La resilencia, desde mi punto de vista es una habilidad cuanto menos curiosa, porque me sorprende mucho que una persona pueda atravesar una situación dramática como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave, un accidente de tráfico de gravedad, o situaciones por el estilo y que esta la supere de forma existosa sin problemas me resulta bastante llamativo, a la par que postivo.

Quienes estén leyendo este artículo pueden pensar, vaya, como me gustaría poder tener yo también esa capacidad, y que los problemas no me afectaran o los superara rápidamente y siguiera con mi vida sin más problema; para vosotros tengo una buena y una mala notica.
La mala noticia es que esto no es tan fácil ni tan mágico como parece, ya que esta capacidad solo facilita que la persona pueda seguir adelante, no significa que la situación deje de ser difícil ni dura para la persona; la buena noticia es que esta capacidad se puede desarrollar y aprender, y todos con trabajo podemos conseguir que las situaciones adversas no nos marquen de por vida y salir incluso mejor que antes de atravesar la situación.

Si quieres saber como se puede trabajar para desarrollar la resilencia primero que nada te diré un “depende”, por qué primero que nada debemos saber qué suceso te ha pasado para saber qué puedes y que no puedes hacer en pro de llevar mejor esa situación, y después te diré que una vez analizados los diferentes puntos a trabajar es entonces cuando podrás empezar a mejorar y desarrollar tu resilencia.

Como puedes ver es una habilidad muy bonita e interesante, a mi personalmente es una de las habilidades de las personas que más me fascina como ya he comentado, y que más me gusta poder trabajar y mejorar continuamente.

Hay algo que no podremos cambiar nunca, y es el hecho de que en la vida nos pasen cosas difíciles y tortuosas, de eso no hay nadie que se escape, por que este tipo de situaciones simplemente forman parte de la propia vida y no se puede huir de ellas, están ahí y van a pasar, nada más.

Donde si podemos actuar es en la forma de interpretar y de afrontar estas situaciones, esto sí es lo que marca el daño que nos puedan llegar a hacer y qué pase con nosotros una vez ha tenido lugar el acontecimiento, y considero que es un deber para con cada uno el luchar por estar lo mejor posible y mejorar todo lo que podamos cada día.

Gema Crespo Miota
Psicóloga de Psicocrespo Psicología
Valencia