Ghosting
Vivimos en un mundo donde las TICs (Tecnologías de la Información y la comunicación) son fundamentales y van cobrando cada vez más relevancia. Se definen como un conjunto de tecnologías que permiten gestionar, procesar, transmitir y almacenar información de manera digital a través de herramientas como internet, móviles, ordenadores, etcétera.
Un tema estrechamente relacionado con ellas es el de las redes sociales, se influyen mutuamente. Son plataformas digitales que permiten a las personas conectarse, interactuar y compartir información, entre otros, con otros usuarios a través de internet. Algunas de las más conocidas son WhatsApp, Instagram o Twitter.
Las redes sociales tienen muchas ventajas. Permiten mantener el contacto con otros independientemente de la distancia, facilitan la comunicación en tiempo real o ofrecen distintas formas de interactuar a través de mensajes o videollamadas. Otras oportunidades que nos brinda son compartir ideas, buscar trabajo o establecer contactos en el mundo profesional (como LinkedIn), o promover y dar visibilidad a nuestros negocios.
Sin embargo, también tiene desventajas. Su uso no consciente y responsable puede traer consecuencias negativas como perjudicar la salud mental tanto de nosotros mismo como de los demás, entre otras. Uno de estos casos es el ghosting.
El ghosting es un fenómeno cada vez más común en las interacciones sociales. Consiste en terminar una relación de manera abrupta, sin previo aviso, desapareciendo de la vida de la otra persona por completo y dejándola en estado de confusión y desconcierto. Aunque se asocia principalmente con las relaciones románticas, puede ocurrir en cualquier tipo de relación interpersonal.
En algunos casos, la persona que elige ghostear puede tener dificultades para enfrentarse a situaciones incómodas o conflictos emocionales. Puede sentirse abrumada por la confrontación y opta por evitarla en lugar de afrontarla directamente. En lugar de enfrentar la situación y expresar sus sentimientos o razones para terminar, deja de responder los mensajes, llamadas o cualquier forma de contacto y desaparece. Además, el miedo a hacer daño o que se lo hagan a través del rechazo, hace creer que esta forma de actuar es la más adecuada.
Asimismo, puede tener diversos efectos psicológicos y emocionales en la persona que es ghosteada. La falta de cierre y explicación puede generar sentimientos de confusión, rechazo, angustia y ansiedad. Puede experimentar una pérdida de autoestima y una disminución de la confianza en sí misma y en los demás. La incertidumbre sobre lo sucedido y la falta de oportunidad para expresar sus sentimientos y pensamientos, pueden prolongar ese proceso de duelo emocional.
Esto puede dejar secuelas y afectar, sobre todo, a sus futuras relaciones. Estas personas pueden volverse más cautelosas y temerosas de abrirse emocionalmente en nuevas relaciones por temor a ser abandonadas o ignoradas de nuevo sin explicación. Pueden poner barreras emocionales y tener dificultades para confiar en los demás, afectando la calidad de sus relaciones interpersonales.
Cada vez se evita más enfrentarse a situaciones incómodas o conflictos, lo que perpetúa y aumenta el miedo a esas situaciones o al rechazo. Esto provoca que el ghosting se esté convirtiendo en un fenómeno emocional cada vez más común. Mantener una comunicación abierta y respetuosa para finalizar relaciones y permitir a ambas partes tener un cierre adecuado, evitará las consecuencias perjudiciales que causa sobre la salud mental y emocional de los afectados.
Ana Malara