¿Conoces las terapias asistidas con caballos?
A lo largo de toda nuestra historia, los animales nos han acompañado desempeñando diferentes funciones. Entre estos animales se encuentra el caballo, cuyo papel en las últimas décadas ha ido cambiando, formando así un vínculo emocional con él del que nos beneficiamos gracias a sus numerosas cualidades.
En este sentido, los beneficios que este animal nos aporta han sido plasmados en las denominadas terapias asistidas con caballos. Éstas, se dividen en tres tipologías, por medio de las cuales se cubren las necesidades de diferentes sectores de la población. Cada una de ellas se asocia a un trabajo específico, pero están ligadas entre sí por medio del trabajo multidisciplinar del equipo que las lleva a cabo.
Éstas son las siguientes:
- Hipoterapia: tiene un carácter terapéutico y consiste en la realización de diferentes ejercicios tanto en tierra como sobre el caballo en forma de juegos por parte del jinete. Éstos permiten a los profesionales trabajar aspectos psicológicos, físicos, emocionales y sensoriales, según las características y necesidades del jinete.
- Equitación adaptada: su objetivo principal es el de adaptar y poner al alcance del jinete todos los recursos necesarios para que éste pueda adquirir conocimientos sobre equitación. Se trata de una tipología deportiva que busca el desarrollo de la autonomía por medio de adaptaciones del personal y del material a emplear.
- Equitación social-terapéutica: ésta combina las técnicas de quitación y la relación afectiva que se establece con el animal para educar o reeducar determinadas actitudes (habilidades sociales, emociones, superación de miedos, etc.).
Es importante señalar que las terapias asistidas con caballos presentan un breve recorrido, por lo que los términos que se refieren a las mismas todavía no cuentan con la suficiente unificación y podemos encontrar diferentes nombres referidos a un mismo concepto.
Principales beneficios de las terapias asistidas con caballos
Esta terapia aporta beneficios en las diferentes áreas de la persona: a nivel físico y motor, a nivel psicológico y emocional, a nivel sensitivo y a nivel social.
A continuación os muestro solo algunos de los múltiples beneficios de cada una de éstas áreas.
Beneficios a nivel físico-motor:
- Mejora del equilibrio, control y coordinación.
- Tonificación muscular.
- Mayor consciencia postural.
- Incremento del control psicomotriz grueso y fino.
- Aumento y mejora de la elasticidad, fuerza y agilidad.
- Estimulación de los sistemas vestibular, circulatorio y respiratorio.
- Refuerzo y mejora de la lateralidad y disminución de la espasticidad.
Beneficios a nivel psicológico:
- Refuerzo y mejora de las funciones ejecutivas: concentración, atención, memoria, etc.
- Aumento de la autoestima y seguridad, así como de la adaptación a nuevas experiencias.
- Superación de miedos y trabajo de la confianza.
- Mejora del establecimiento de vínculos emocionales.
- Fomento del trabajo en equipo.
Beneficios a nivel social:
- Mejora de la comunicación verbal y no verbal.
- Proporciona nuevas experiencias.
- Transmite valores como la empatía, la responsabilidad y el respecto.
- Desarrollo y promoción de habilidades sociales.
Beneficios en el ámbito sensitivo:
- Enriquece la integración sensorial y ayuda al jinete a ser consciente de su sistema propioceptivo.
- Enseña a reconocer y asociar estímulos sensoriales.
- Sensibiliza y educa los sentidos al proporcionar nuevos estímulos.
Por último, hemos de señalar que en este tipo de terapias el caballo actúa como un terapeuta, por lo que su elección no debe dejarse al azar. La elección del caballo de terapia se sustenta en dos características principales: su físico y su carácter.
Antes de realizar la terapia, es importante crear un vínculo caballo-terapeuta que nos permita realizar un trabajo conjunto para que el animal sepa lo que se espera de él. Además, es importante que los animales cuenten con un periodo de desconexión de su trabajo diario, premiándoles por su esfuerzo.