Autocuidado: Síndrome del burnout y Fatiga por compasión
Seguramente tú mismo hayas sentido estrés en el trabajo cuando tu rendimiento debía ser el máximo. En relación a esto, en este post voy a empezar hablando del “Síndrome de burnout” o “síndrome del trabajador quemado”. Este se produce cuando este estrés empieza a cronificarse en el tiempo. Muchos pacientes de los que vienen a consulta refieren este síndrome, incluso los propios terapeutas, y está muy relacionado con la sintomatología depresiva.
Las consecuencias de este estrés crónico son agotamiento, tanto físico como psicológico, así como un cambio en el estado de ánimo más triste e irritable. Esto repercute de forma directa en la productividad y en la motivación a la hora de enfrentarse a las tareas laborales. En el caso de los terapeutas dificulta la capacidad de empatizar con los pacientes. Y, como ya sabrás, esto es requisito imprescindible para establecer una buena alianza terapéutica.
En relación a este síndrome, también existe la Fatiga por compasión, la cual se da en las profesiones que tienen que ver con la atención al paciente (psicólogos, médicos, bomberos…). Aquí estás expuesto continuamente a personas que sufren, y donde al final se puede desbordar tu capacidad emocional y te puedes contagiar de ese sufrimiento.
Y aquí es donde surge el problema, porque si vas acumulando los problemas de terceras personas y no cuentas con una buena gestión emocional, corres el riesgo de que te acabe minando el estado de ánimo, autoestima y motivación. Por eso es importante que pongas en marcha tu autocuidado, indispensable para lograr un bienestar tanto físico como psicológico.
Y lo puedes empezar a poner en marcha de muchas formas: desde priorizar tu salud mental y comenzar a ir al psicólogo, mejorar tu alimentación, tus hábitos de sueño. Y, sobre todo, aprender a separar tu vida laboral de tu vida personal. Recuerda, tu bienestar personal es muy importante y depende exclusivamente de ti, ¡cuídalo!.
Leire,
estudiante de psicología.