Intervenciones en gratitud
Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud (Jean de la Bruyère)
Desde hace unos cuantos años la psicología, y más específicamente la psicología positiva, se ha centrado en los aspectos positivos del individuo y cómo estos afectan en su entorno. Dentro de los numerosos hallazgos en este campo, uno de los destacados es la investigación sobre la gratitud.
La gratitud constituye una de las fortalezas del carácter, según la clasificación de Seligman, y se refiere a un sentimiento que nos lleva a valorar un favor o beneficio que alguien externo nos ha hecho o pretendido hacer y, además, a intentar corresponder de igual forma.
La gratitud tiene múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental:
- Reduce la inflamación, el azúcar en sangre y la percepción del dolor
- Mejora la presión arterial, la función inmune y la salud cardíaca
- Aumenta la felicidad y la satisfacción vital del individuo
- Reduce el estrés y la ansiedad, al inhibir la producción de la oxitocina
- Mejora la calidad del sueño, lo que repercute en la salud global
Si la gratitud fuera un medicamento, sería el producto más vendido en el mundo que serviría para el mantenimiento del órgano principal en cada sistema (Dr. Murali Doraiswamy)
Hay multitud de ejercicios para practicar la gratitud, pero los siguientes han sido los más utilizados en la práctica clínica:
Las tres bendiciones:
Para realizar este ejercicio hay que reservar 10 minutos al día, preferiblemente al final del mismo, y escribir tres cosas que nos salieron bien o simplemente cosas buenas que nos sucedieron. De cada cosa hay que anotar también porque ocurrieron y a quien daríamos las gracias por ellas. Es preferible si escribimos a mano, ya que tiene una mayor conexión emocional. Las cosas elegidas no tienen porque ser especialmente grandes, pueden ser cosas cotidianas, en las que nunca antes nos habíamos fijado, pero que hacen de nuestro día algo mejor.
Se realizó un experimento con estudiantes que realizaron este ejercicio durante un mes y se vio un gran aumento en sus niveles de felicidad, que se mantuvieron hasta un año después.
El inventario de gratitud:
Suele utilizarse más en personas mayores, sobretodo en terapias de final de vida. Consiste en hacer una lista de al menos 10 cosas importantes para el individuo y dar las gracias por ellas. Se pueden hacer clasificaciones según si lo que agradeces es algo que posees, alguien importante en tu vida o acontecimientos que has vivido.
Las personas que realizaron esta actividad, como parte de una intervención más amplia de terapia de aceptación de la muerte, mostraron un mayor aceptación de esta y más serenidad y felicidad en sus últimos días.
La carta de gratitud:
Consiste en elegir una persona, una persona que haya marcado tu vida, y escribirle una carta de agradecimiento. Según la investigación los niveles de felicidad aumentan tan solo al escribir la carta, sin necesidad de enviarla. No obstante, tiene mucha más eficacia si se envía o lee a la persona elegida.
A continuación dejo un vídeo de un experimento que se realizó con este último ejercicio:
ElFondoDeArmarioDeMe (2014, Enero, 16). La ciencia de la felicidad: experimento gratitud [archivo de vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=QMpJcABHmgE
Muchas gracias a todos y espero que les resulte interesante el artículo
Para cualquier pregunta sobre el tema dejo mi e-mail: al287477@uji.es