Fobias, ¿Es normal tener un miedo irracional?
La mayoría de nosotros tenemos mucha clase de miedos aunque a la hora de la verdad no queramos afrontarlos. Pero una cosa es tener miedo, el cual por definición tiene una función adaptativa para nosotros y otro que llegue a causarnos hasta ataques de pánico.
Al poder sobrevivir con estos miedos, no les damos importancia, pero cuando estos miedos interfieren en el correcto funcionamiento de nuestra vida diaria, se convierte en algo grave que hay que solucionar aunque varias veces la gente se refuerce a sí mismo su conducta de evitación a enfrentarse al problema. Estos son los llamados fobias, miedos irracionales donde la persona es consciente en todo momento que no corre ningún peligro pero a su vez siente un miedo intenso hacia algo o a una situación.
Hay muchas clases de fobias, tales como el miedo a volar, a contagiarse, a la noche o a la oscuridad en general, al hecho de vomitar, etcétera. Las personas que las padecen saben lo grave que puede llegar a ser, hasta el punto de aislarse en sus casas con el confort que ello conlleva. Algunas de estas fobias más conocidas son la claustrofobia, que es el miedo a los espacios cerrados; la glosofobia, el miedo a hablar en público y la agorafobia, que a su vez por mera definición es el miedo a los espacios abiertos o públicos pero que en realidad es el temor al miedo de poder experimentar un ataque de pánico o crisis de ansiedad en público, vamos que básicamente es el miedo al miedo.
Es bien cierto que la mayoría de las fobias tienen un origen en una experiencia de naturaleza traumática y es más frecuente que nos suceda de pequeños o más bien por aprendizaje vicario, si nuestros padres temen a algo, nos pasan también ese miedo ya que transmiten esa inseguridad a ciertas situaciones o también puede tener una etiología de transmisión verbal o estilos de pensamientos un tanto distorsionados. Aunque es bien cierto que los niños nacen sin miedos a nada, es decir, no temen prácticamente a ningún animal por no decir a ninguno pero ya sea por la cultura en la que viven y gracias a los padres y a los dibujos, van adquiriendo esos miedos, los cuales en casos de supervivencia son esenciales.
Prácticamente todas las fobias tienen el mismo funcionamiento de mantenimiento de esta conducta y es que todo lo que conlleve a la conducta de evitación o escape del estímulo o pensamiento que genere el miedo conlleva a un alivio de ese mismo malestar el cual a su vez refuerza su conducta y conlleva a una intensidad mayor de miedo.
Está demostrado que las personas que no tratan sus fobias acaban por padecer más de uno ya que se tiende a generalizar bastante y a temer a más situaciones o cosas aunque ellos mismos sepan que es de forma irracional.
Muchas veces se tiende a percibir desde fuera como que están fingiendo o somos incapaces de entender semejante conducta ya que nos parece demasiado irreal e irracional, pero repito que es una situación que a menos que te encuentres en ella no llegarás a entenderla de la misma forma. Por ello y más, pienso que antes de que algo te impida llevar una vida normal o la vida que querrías vivir, si tienes algún miedo y eres consciente de que es irracional busques ayuda ya que el tratamiento quizás sea muy doloroso al principio pero te ayudará a tener la vida que te mereces.
El tratamiento para la mayoría de las fobias es la exposición a lo que genera el mismo miedo ya que gracias a la técnica de habituación se puede conseguir aliviar ese dolor ya que al fin y al cabo todas las respuestas tanto fisiológicas como cognitivas y motoras que tienen, no puede llegar a generarles realmente un daño grave, siempre y cuando se consulte con los profesionales necesarios para llegar a esa conclusión. También existe otro tipo de tratamiento que es la DS (desensibilización sistemática) en el cual se realiza una jerarquía de miedos de la persona y al preparar a la persona a que se enfrente a la situación misma, primero lo hace en su imaginación.
Dado que la mayoría somos incapaces de controlarnos tanto por nosotros mismos, siempre está bien acudir a un profesional para que nos ayude a superar nuestros miedos, ya que por muy irracional que sea, puede llegar a generarnos mucho dolor y nadie debería juzgar desde fuera a una persona que está teniendo por ejemplo un ataque de pánico ya que la sintomatología es similar al de un infarto o ataque cardíaco.
Con lo cual, y ya por último, recomiendo que todos le plantemos cara a los miedos que tengamos y afrontemos de una vez por todas a lo que nos aterroriza, ya que a menos que abramos una puerta y haya un león detrás, no debemos de sentir ese instinto de supervivencia de salir huyendo de esa situación.
Hnazand Ghukasyan