Morfeo no cumple su trabajo

“Refugio del desdichado, liberación del prisionero, blando regazo del desesperanzado, del extenuado, del acongojado. Primera y principal de todas las funciones agradables y deliciosas de la Naturaleza. Felicidad que desciende sobre el hombre cuando la ansiedad y la pasión de la jornada ha concluido”. Tristam Shandy.

No podemos soslayar la importancia que el ser humano concede a los procesos oníricos. El mundo de las ensoñaciones ha influido grandiosamente en todas las etapas de la humanidad, así lo atestiguan la historia, la religión y en mayor medida la literatura, la cual cuenta con una amplísima recopilación de estos temas.

Por definición, dormir consiste en hallarse en un estado de reposo basado en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario. Es una función imprescindible y de vital importancia para el desarrollo del individuo y el funcionamiento normal del organismo. Los patrones del sueño son distintos en función de la edad y el neurodesarrollo, y podemos observar como varían a lo largo del ciclo vital.

Para la mayoría de la gente, la llegada de la noche indica relajación tras la jornada. Sin embargo, para ciertas personas, la visita de Morfeo implica sufrir un verdadero infierno.

Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma, el problema principal reside en que suelen implicar serias complicaciones en la vida diaria, como pueden ser la somnolencia, el agotamiento físico, el bajo rendimiento laboral y la dificultad para cumplir con las obligaciones personales.

Podría comenzar exponiendo los numerosos trastornos del sueño existentes, pero el valor pedagógico no sería muy grande, por lo que prefiero hacer una pequeña aproximación a los que tienen mayor prevalencia en nuestra sociedad y explicar cómo mantener una rutina de descanso saludable.

Los estudios sobre el insomnio difieren cuantiosamente al proponer un porcentaje de personas afectadas, variando desde un 5 a un 50%. Se define como una dificultad persistente en el inicio del sueño, su duración, consolidación o calidad, que ocurre a pesar de la existencia de adecuadas circunstancias. Por término medio, una de cada tres personas sufre insomnio a lo largo de su vida. Las apneas del sueño son trastornos respiratorios que disminuyen la calidad del descanso y que normalmente vienen ligados a fatiga e irritabilidad a la mañana siguiente. En muchas ocasiones, el tratamiento consiste en una máscara que se encarga de aportar el oxígeno necesario para la correcta ventilación. Dentro de las parasomnias se incluyen los terrores nocturnos,  los despertares desconcertantes y el sonambulismo; este último es más común en niños y adolescentes, y como norma general no está presente en la adultez.

Los expertos en estos temas recomiendan seguir ciertas pautas para desarrollar una buena higiene del sueño. Como condición indispensable, debemos sentirnos cómodos con nuestra cama y dormir en una habitación bien ventilada y con una temperatura agradable. El ejercicio intenso, el tabaco y el té deben suprimirse antes de dormir. La cafeína no debería entrar en nuestro organismo en las cuatro horas más próximas al reposo nocturno, y al contrario de lo que mucha gente piensa, también deberíamos evitar el alcohol, porque aunque consigamos quedarnos dormidos antes de lo normal, la calidad general del sueño se ve reducida.

Si usted considera que puede estar sufriendo alguna de estas patologías lo primero que debe hacer es ponerse en contacto con su médico ya que en ocasiones es necesario un tratamiento especializado.

Alexandre González Valdés

alex.gonzalez.valdes1@gmail.com